¿Por qué es incorrecto prescindir de los signos de apertura en las preguntas y exclamaciones?
Para muchos, estos signos son aún desconocidos puesto que en sus teléfonos móviles no lucen claros a la hora de su utilización, pero aunque en otras lenguas no sea necesario el uso del signo de apertura en las preguntas o exclamaciones, en la lengua española es considerado una falta de ortografía, por lo que sería algo positivo conocer el uso de estos signos para no cometer actos impuros ortográficos.
Conozcamos su origen.
Tanto los signos de apertura de interrogación como de exclamación, provienen de los sustantivos latinos "quaestio e interiectio". Al momento de escribir a mano, se marcaba que la oración era interrogativa o exclamativa cuando se utilizan los apócopes "qo e io". Su evolución gráfica fue la que dio el origen a los signos de interrogación y exclamación actuales.
En el año 1754, la edición Nº 2 de la Real Academia Española (RAE), declaró que era necesario el uso del signo de apertura interrogativo, llamado también invertido (¿) y culminar la oración con el signo de cierre que ya se conoce (?)
¿Cuál es el objetivo de esta regla ortográfica?
Mejorar la comprensión del lector. Por ejemplo, en el idioma inglés, un auxiliar es quién da inicio a la pregunta, por lo que se puede deducir la intención de la oración. En el español, debemos notar un signo de apertura, ya que si este no está presente, se conocería como una oración afirmativa.
Por ejemplo:
“No ocurre lo mismo con aquellos estudiantes que suspenden año tras año y que, sin embargo, continúan campando a sus anchas por la universidad y acuden religiosamente a las fiestas, eventos y demás elementos disuasorios, tal y como ha afirmado el rector de nuestra universidad?” – El signo de cierre cambió totalmente la intención del texto.
“A diferencia de lo que ocurre en otras lenguas, los signos de interrogación y exclamación son signos dobles en español, como los paréntesis o los corchetes. Por tanto, es incorrecto prescindir del signo de apertura en los enunciados interrogativos o exclamativos”, dice la RAE.
Conozcamos su origen.
Tanto los signos de apertura de interrogación como de exclamación, provienen de los sustantivos latinos "quaestio e interiectio". Al momento de escribir a mano, se marcaba que la oración era interrogativa o exclamativa cuando se utilizan los apócopes "qo e io". Su evolución gráfica fue la que dio el origen a los signos de interrogación y exclamación actuales.
En el año 1754, la edición Nº 2 de la Real Academia Española (RAE), declaró que era necesario el uso del signo de apertura interrogativo, llamado también invertido (¿) y culminar la oración con el signo de cierre que ya se conoce (?)
¿Cuál es el objetivo de esta regla ortográfica?
Mejorar la comprensión del lector. Por ejemplo, en el idioma inglés, un auxiliar es quién da inicio a la pregunta, por lo que se puede deducir la intención de la oración. En el español, debemos notar un signo de apertura, ya que si este no está presente, se conocería como una oración afirmativa.
Por ejemplo:
“No ocurre lo mismo con aquellos estudiantes que suspenden año tras año y que, sin embargo, continúan campando a sus anchas por la universidad y acuden religiosamente a las fiestas, eventos y demás elementos disuasorios, tal y como ha afirmado el rector de nuestra universidad?” – El signo de cierre cambió totalmente la intención del texto.
“A diferencia de lo que ocurre en otras lenguas, los signos de interrogación y exclamación son signos dobles en español, como los paréntesis o los corchetes. Por tanto, es incorrecto prescindir del signo de apertura en los enunciados interrogativos o exclamativos”, dice la RAE.
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